Numerosas personas recibieron el pasado viernes 26 de marzo a la Virgen de los Dolores en el día de su onomástica, a las doce de la noche, cuando salió de la Iglesia de Santiago, una vez que, de forma alegórica, su hijo, Jesús, la llamó a la puerta.
La tradicional salutación tuvo lugar en la Plaza de la Constitución y estuvo amenizada por la orquesta de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, la banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de Jesús y la Samaritana, la bocima y saetas.
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